Maras, un peligro al alcance del mouse


Los pandilleros parecen haber recibido la globalización con los brazos abiertos. Ahora se les puede encontrar en redes sociales virtuales como el hi5 y otros sitios de Internet, en los cuales, por medio de sus perfiles, comparten su vida al mundo y, de paso, extorsionan a otros usuarios incautos que les comparten demasiada información.
Tal es el caso particular de el Parka, de 21 años de edad, quien expresa su amor por su ciudad natal, Mazatenango, y hace gala de sus destrezas vandálicas al mostrar una computadora que se robó de 'la muni de mi pueblo'.
El Parka cuenta con 141 amigos, entre los cuales se encuentran jóvenes de 15 años, señoritas y otras personas con perfiles falsos que adoptaron la identidad de funcionarios.

Ojo con los datos
La facilidad con que fluye la información en este tipo de sitios es uno de los principales atractivos para utilizarlas y obtener los datos de cada usuario, para luego extorsionarlos, explica el portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), Faustino Sánchez.
'Al inicio contactan a los jóvenes o niños y se hacen sus amigos, para obtener mayor información acerca de la ocupación de los familiares, teléfonos y direcciones. Luego contactan a los padres del usuario para hacerle creer que lo están vigilando las 24 horas y les demandan el pago de una fuerte suma de dinero para que la familia no sea lastimada', relata Sánchez.
Estas comunidades virtuales tienen un atractivo: el participante coloca sus datos personales, aficiones, música favorita, pero, sobre todo, gran cantidad de fotografías. Y esto es lo que buscan los pandilleros, porque tiene al alcance de su mano el perfil de víctimas potenciales (lea: Asegure su identidad).
Luego de entablada una comunicación, el marero cuenta con muchos datos, por ejemplo: el nombre de sus amigos, la marca y color de carro, la casa en el puerto, el nombre del colegio y los horarios de estudio; en fin, casi toda la historia. Entonces, el delincuente tiene elementos para llamar a un familiar y extorsionar, porque el adulto cree la historia de una vigilancia y conocimiento exagerado de sus seres queridos.

La trampa
Para que este proceso se cumpla, el adolescente tiene que caer en la tentación de enviar mensajes en las redes sociales a personajes como el Satánico, el Parka o el Cholo. ¿Cómo cae en la trampa? Creyendo que se trata de alguien que se hace pasar por pandillero y enviando frases de burla. Así comienza el pez a morder el anzuelo, y el delincuente tiene carta blanca para estudiar a su víctima.

ASEGURE SU IDENTIDAD
La próxima vez que inicie su sesión de usuario en cualquier red social, recuerde que no es posible conocer con certeza quién se encuentra en la otra pantalla. Para prevenir la fuga de información y evitar ser extorsionado por terceras personas, tome en cuenta los siguientes consejos:

1. Restrinja el acceso a su perfil personal, para que personas ajenas a su red de amigos cercanos no puedan ingresar y tener una relación directa con usted.

2.Evite publicar sus datos personales, tales como su domicilio, números telefónicos o especificar cuáles lugares frecuenta.

3.Busque si la red a la que se unió tiene opciones de seguridad y privacidad avanzadas para clasificar como 'no deseados' a personas peligrosas, y así evitar su contacto.
4.No acepte precipitadamente una invitación para iniciar una relación con alguien desconocido; es preferible que se asegure de conocer a la persona o los nexos de amigos que frecuenta y, si no le genera confianza, rechace la invitación.

EDITORIAL

Serio peligro en la red

La Policía Nacional Civil reporta que los mareros se valen del sitio hi5 para buscar a potenciales víctimas de extorsión.
Urge controlar y atender las recomendaciones para evitar que los jóvenes proporcionen información confidencial a los maleantes.

Para quienes creen que las pandillas de delincuentes juveniles, o maras, operan exclusivamente en las áreas rojas o en las zonas cercanas a donde residen, quizá resulte sorprendente enterarse que los límites para desarrollar sus acciones delictivas cada vez son más reducidos. Incluso, han empezado a copar el espacio cibernético.
En efecto, las noticias generalmente han hecho referencia a casos en los que las prácticas de extorsión han afectado directamente a pilotos de transporte, comerciantes menores o informales, población escolar y propietarios de viviendas ubicadas en áreas conflictivas. Sin embargo, las denuncias presentadas ante la Policía Nacional Civil que daban cuenta de amenazas proferidas contra usuarios de la Internet, han añadido motivos de preocupación para las autoridades, porque si de ordinario ha sido cuesta arriba combatir a estos grupos de malvivientes, controlarlos en la web luce mucho más complicado.

Las investigaciones apuntan a que el sitio denominado hi5, uno de los preferidos por adolescentes y jóvenes de distintos estratos socioeconómicos, también es visitado por pandilleros, quienes utilizan los mismos recursos que los demás usuarios para obtener información acerca de potenciales víctimas.

En algunos casos, la Policía ha logrado identificar a algunos antisociales porque se han inscrito e interactúan con sus datos auténticos. El problema es que esto no siempre ocurre y a menudo puede ser que el perfil de un usuario, supuestamente inofensivo, haya sido alterado para ganarse la confianza de sus contactos.

De esta manera, en poco tiempo los supuestos 'amigos' pueden obtener toda la información que necesiten acerca de los incautos y sus familias. De ahí al inicio de las extorsiones será cuestión de tiempo, tal como tardíamente lo han comprobado quienes llegaron a pensar que practicaban una inocente actividad de intercambio.

El asunto amerita especial atención. Si de algo no puede caber duda, es de la capacidad de las maras para actualizarse en materia criminal. El caso reciente en que miembros de una clica fueron capturados tras asaltar un banco del sistema, dan una idea del tipo de peligro que representan.

Lo mejor será evitar que nuestros jóvenes les abran las puertas de la casa a estos delincuentes. Ello exige control y orientación estricta acerca de los peligros que se pueden encontrar en la red, un recurso que, como se ha comprobado en otros países y ahora en Guatemala, está al servicio de la gente creativa, honrada y productiva, pero también al de las mentes criminales.



Asunto: Cuidado con los datos que publicas en HI5 (artículo Siglo XXI)


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